Las gotas oftálmicas recetadas para el glaucoma ayudan a mantener la presión ocular en un nivel saludable y constituyen una parte importante de la rutina de tratamiento para muchas personas.
Si tiene alguna dificultad, consulte siempre con su médico.
Si sigue teniendo problemas para colocarse gotas para los ojos, estos consejos pueden resultar de utilidad:
Intente abordar el ojo por un lado, de modo de poder descansar la mano sobre el rostro y ayudar a que se mantenga estable.
Si el temblor de las manos sigue siendo un problema, puede intentar usar pesas de 0,5 o 1 kg para la muñeca (podrá encontrarlas en cualquier tienda de artículos deportivos). El peso adicional en la muñeca de la mano que está usando puede reducir un temblor leve.
Intente lo siguiente. Con la cabeza girada a un lado o recostado sobre un lado, cierre los ojos. Coloque una gota en el vértice interno del párpado (el lado más cercano al puente de la nariz). Al abrir los ojos lentamente, la gota se depositará justo en el ojo.
Si todavía no tiene la seguridad de que la gota haya entrado en el ojo, colóquese otra gota. Los párpados pueden contener tan solo una gota, por lo que todo exceso simplemente correrá por fuera del ojo. Es mejor que se desperdicie el exceso que no tener suficiente medicamento en el ojo.
Si el frasco de las gotas para los ojos se siente muy pequeño para las manos (en casos en que no se use un gotero sino que la gota provenga directamente del frasco), intente envolver algo (como una toalla de papel) alrededor del frasco.
Puede usar cualquier objeto que ensanche el frasco. Esto podría resultar de utilidad en algunos casos leves de artritis en las manos.
Se encuentran disponibles dispositivos de asistencia para ayudar a colocarse las gotas oftálmicas.
Hasta que se encuentre una cura para el glaucoma, el medicamento seguirá siendo una rutina diaria para muchos con glaucoma. Para acercarnos a una cura tenemos que trabajar juntos, y sus donaciones pueden ayudarnos a lograr nuestra meta.